22 Jun ¿CÓMO PUEDE SER ACEPTADO UN CORREO ELECTRÓNICO COMO PRUEBA EN UN PROCESO JUDICIAL?
El principal objetivo de un informe pericial de correo electrónico es el de certificar la validez de los correos electrónicos y convertirlos en pruebas irrefutables ante posibles procesos judiciales. Ante esta cuestión, cabe resaltar que según el Código Civil, un email tiene un valor jurídico siempre y cuando se demuestre que la procedencia y contenido no hayan sido manipulados.
En ocasiones, es posible que los correos electrónicos se manipulen cambiando el contenido o borrando algunas partes importantes y cruciales para el proceso judicial. Además, las direcciones, tanto de receptor como emisor de los mensajes pueden ser también manipuladas. Así pues, una de las labores principales del perito judicial es realizar un estudio forense que determine la autenticidad de los correos electrónicos y de los destinatarios. Lo más relevante es comprobar y demostrar que la dirección de correo electrónico desde la que se han mandado o recibido los correos electrónicos pertenece a la persona en cuestión.
PROCESO JUDICIAL
Por otra parte, cabe destacar que uno de los recursos más utilizados para certificar la identidad de la persona es mediante el uso de la firma electrónica. Muchos contratos laborales o documentos oficiales son enviados utilizando esta herramienta que implica una mayor seguridad y acuse de recibo de los mensajes. Por consecuente, la firma electrónica es de gran ayuda y garantiza en gran medida el correo electrónico como prueba judicial. No obstante, el hecho de que no se haya enviado un correo electrónico con firma electrónica no significa que no vaya a ser aceptado en un juicio. Es por ello de gran importancia el estudio en profundidad de los dispositivos electrónicos por un perito judicial.
Ahora bien ¿qué debe de presentar la persona en cuestión ante un juicio cuando quiere utilizar los correos electrónicos como pruebas? Pues bien, en la mayoría de los casos, el destinatario deberá imprimir los intercambios mantenidos de las conversaciones y capturas de pantalla. No obstante, como hemos indicado precedentemente, dado que los correos electrónicos son fácilmente manipulables, es necesario de acompañar estas pruebas con un informe pericial de un experto en la materia. En ocasiones, para certificar la autenticidad de los mensajes, el perito judicial deberá ingresar en las cuentas de los usuarios que han recibido o emitido los mensajes y realizar un análisis exhaustivo de los mismos. También, en ocasiones, será necesario el estudio de los discos duros, memorias de almacenamiento externas tales como dispositivos USB, y nubes por parte del perito. El objetivo será el de recuperar posibles datos perdidos de forma voluntaria o involuntariamente así como también certificar la autenticidad de los mensajes con datos que pueden ser cruciales como la hora, ubicación, dirección IP y otros aspectos relevantes.
Actualmente, las tecnologías han posibilitado grandes cambios y avances en las formas de comunicación entre usuarios. Este gran desarrollo digital, ha posibilitado que cualquier usuario, desde cualquier parte del mundo, transmita mensajes, contenido multimedia o de tipo texto, de una forma rápida y segura. No obstante, esto ha podido conllevar a ciertos individuos, a la necesidad de convertir ese contenido, es decir, esos correos electrónicos, en pruebas ante posibles procesos judiciales. Y es que, ante posibles desacuerdos, tanto profesionales como personales, en ocasiones, es necesario presentar ciertos documentos o mensajes recibidos por correo electrónico ante un juez. Así pues, dados los avances tecnológicos de los últimos tiempos, es cada vez más probable que en el ámbito laboral, se transmitan la mayoría de documentos o informaciones importantes a través de correos electrónicos. Debido a esto, es cada vez más frecuente que los jueces requieran de estas pruebas para establecer la sentencia final. No obstante, ante esto cabe cuestionarse ¿cómo un correo electrónico puede ser aceptado como prueba ante un proceso judicial?
Así pues, una de las principales funciones del perito informático, es la de analizar el contenido presentado por su cliente, los correos electrónicos en este caso y certificar en primer lugar la procedencia de los mensajes. El estudio forense, por lo tanto, verifica las direcciones IP, tanto del emisor como del receptor de los correos electrónicos, servidores utilizados y contenido de los mensajes. Asimismo, lo más importante para el perito informático es demostrar que los mensajes no han sido manipulados.
En conclusión, los correos electrónicos son cada vez más presentados como pruebas en procesos judiciales, ya sea en casos de reclamaciones, incumplimientos de contratos o desacuerdos en general. Así pues, los correos electrónicos pueden ser aceptados como pruebas ante los procesos judiciales, siempre y cuando se demuestre la no manipulación de los mismos y por tanto, se acompañen de un certificado forense correspondiente, de un perito informático experto en la materia.
Luis Vilanova Blanco. Perito informático colaborador con la justicia.
606954593
luis.vilanova@leyesytecnologia.com
#lawyers #abogados